Ester

Vivió en el barrio hasta que contrajo matrimonio.

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Equipo Postcul: Pues empieza explicándome lo que hablamos la última vez, bueno de tu familia que llego a la calle Hospital, cuando naciste tú y todo, explícame un poco de dónde era tu familia y cómo llegaron, por qué llegaron a Barcelona

Ester: Mi familia vivía en Alicante, entonces se vino primero mi padre a Barcelona y fue a casa de una sobrina y después mi madre se vino con mis tres hermanos. Entonces una vez allí nací yo.

EP: Y ¿a dónde fueron a vivir?

E: A casa de una prima, o sea de una sobrina hija de una prima hermana, en la calle Hospital, en el número 70 de la calle hospital, entonces ellos se fueron a vivir allí. Normalmente todo el mundo se iba a casa de la familia, de algún familiar.

EP: Y tu naciste ya en...

E: Yo nací en la misma casa, en la calle hospital nací yo. Ellos cuando llegaron de Alicante, fueron a vivir a un piso en la Calle Hospital, en el entresuelo, ellos solos. Pero arriba vivía la sobrina, una hija de una prima hermana de mi padre. Y falleció el padre y la madre en el espacio de un mes o así, entonces ella dijo que se fueran a vivir allí, porque la casa era muy grande, que ella tenía como miedo. En ese piso nací yo, en el principal. Pero cuando ellos llegaron de Alicante, ellos se fueron a vivir al entresuelo y de allí pasaron al piso de arriba.

EP: Y ¿por qué vinieron de Alicante a Barcelona?

E: pues vinieron porque mi padre había estado en la cárcel 4 años en Almería, porque mi padre era policía secreta de la Republica y pues, pasada la guerra civil, estuvo cuatro años en una cárcel en Almería. Y entonces mi madre se fue a vivir a Alicante, que vivía mi abuela materna, se fue con mis dos hermanos y embarazada del tercero y se fue a vivir a Alicante. Y entonces una, vez allí, cuando mi padre salió, pues las cosas estaban económicamente muy mal, en plena postguerra y había una tía mía aquí, una hermana de mi madre que vivía en Barcelona, que estaba, como en un colegio de monjas que vivía ella allí. Entonces le dijo: "pues vente a Barcelona, que en Barcelona pues suele haber más trabajo y vas a encontrar mejor situación y tal". Y fue cuando se vino aquí a la calle Hospital, que fue cuando le dijo este familiar: "pues mira, abajo hay un piso" y vinieron a vivir aquí. Se vino primero mi padre y luego mi madre, que se vino en barco con los tres hijos, desde Alicante a Barcelona, y una vez aquí fue lo que paso esto del familiar que se le murieron los padres y se fueron al piso de arriba que fue donde yo nací.

EP: Cuando naciste tu ¿cómo recuerdas la casa? y un poco ¿cómo era la calle?, porque estos ¿qué años eran?

E: Yo nací en el 45. La casa era una casa muy grande, porque todo el edificio ya lo habían partido, las casas por dos o sea de cada piso habían hecho dos, menos este; porque mi tía era comadrona y tenía toda la casa, porque la parte de adelante era donde tenía las visitas y tal. Y entonces la casa era muy grande y por lo visto, eso yo no lo recuerdo, pero mis padres vivían en toda la casa prácticamente, lo que pasa es que después los fueron empujando hacia una habitación muy grande muy grande, y nosotros hacíamos vida en la habitación, comíamos en el comedor, se cocinaba; pero no se podía disfrutar de nada de la casa. Y entonces la recuerdo con un pasillo muy grande, la casa la recuerdo toda, toda como es... porque claro, yo estuve viviendo allí hasta que me case, con 20 años que me case yo, y claro la casa sí que la recuerdo toda.

EP: ¿Y de que trabajan?

E: Mi madre hacía faenas cuando llego a Barcelona, y mi padre iba con unos camiones de cementos, él era el que llevaba los albaranes, un acompañante del chofer. Primero había estado trabajando en los astilleros en Barcelona, pero ese trabajo también se acabo... Porque a él le gustaban mucho los barcos, pero después ya se metió en esta empresa a trabajar y yo lo recuerdo toda la vida trabajando, que iba como de acompañante del camionero, con los albaranes y lo llevaba todo el control de los camiones; pero en los camiones también.

EP: ¿Y cómo era la calle hospital, cuando tú eras pequeña?

E: la calle Hospital yo la recuerdo bonita, eran muchas tiendas, sobretodo tiendas de modas... como yo ahora veo, por ejemplo, sin ser tan exagerado, la calle Pelayo, que era todo tiendas de modas. Es más, mi hermana, la mayor, empezó a trabajar en una que el dueño allí en la misma calle tenía cuatro tiendas de moda, en la misma calle, pero es que estaban todas a derecha e izquierda. Bueno, excepto la Escuela Massana y el Hospital de San Pablo, que es donde está ahora la Biblioteca Nacional, que es todo un trozo muy grande. Pues desde la Rambla hasta la Plaza Padró, todo eran tiendas de modas. Era una calle bonita, era una calle alegre porque pasaba mucha gente para comprarse ropa. Nosotros jugábamos mucho en la calle, también los niños.

Yo, en la calle Egipciaques, que era la calle de al lado, yo tenía una amiga, en lo que era el instituto de educaciones científicas, que era un descampado con una casita dentro que mi amiga vivía allí. Y me acuerdo cuando los tuvieron que echar para hacer el instituto. Y allí, el señor que se cuidaba de las obras formó un equipo de fútbol y mi hermano jugaba en el equipo que ese señor había creado. Entonces era mucho de calle, yo siempre estaba en la calle, con mi hermano más que con mis hermanas. Mi hermana la mayor me lleva casi 10 años y claro, en aquella época yo jugaba más con mi hermano y con los chicos que con ellas Era mucho de estar en la calle, además yo tenía que irme de casa porque en casa no podíamos estar porque mi tía tenía sus visitas y sus trabajos.

EP: Entonces en donde vivía tu amiga, cómo fue todo el proceso de...

E: Yo era muy cría y no sé cómo sería el proceso; pero yo me acuerdo que era todo, todo un descampado con la casita en el centro, que habían arboles y todo. Y que un día, bueno, pues todo ella se tuvo que ir... Pero claro, yo era muy niña cuando empezaron a hacer... no sé exactamente porque lo recuerdo más como el instituto de investigaciones científicas que como la casa... Pero sí que me acuerdo mucho de la casa, no sé si tendría cinco, seis años. No sé exactamente, tendría que mirar la fecha en la que se hizo ese edificio.

EP: Y donde vivías tú al frente de tu casa ¿qué tiendas habían?

E: Pues había una tienda de ropa de trabajo, que recuerdo que tenían un muñeco arriba en la parte de arriba de la tienda, que iba vestido de cocinero... O sea era de medio cuerpo y llevaba el gorro de cocinero y ese blanco y siempre nos asustaba un poco a los críos, porque era muy grande y lo tenían así colgado con un hierro. Había tiendas de modas, tiendas de comestibles, al lado había un bar, un poquito más arriba una taberna donde íbamos a comprar el hielo... Mi madre me daba un cubo y me decía: "ves a buscar 50 céntimos de hielo" porque en la nevera que teníamos en la parte de arriba se colocaba el hielo y en la parte de abajo se ponían los alimentos, pero había que ir a comprar hielo cada día.

Pero delante había eso, una imprenta, la imprenta romana, una casa, el centro industrial que siempre me acuerdo el día de las caramellas que siempre ponían allí el comercio… Había un lavadero público, la entrada era muy grande y vendían libros, y en el fondo estaba el lavadero público. Allí había un lavadero y en el pasaje había otro. El pasaje Sant Bernardí, frente por frente de mi casa, pero el lavadero estaba en la calle Hospital enfrente de mi casa. Era un portal grande que entrabas con tu ropa y había un librero que vendía libros y tebeos y habían hasta libros de segunda mano, y entrabas más hacía dentro y estaban todos los lavaderos. Y había cuatro lavaderos grandes y tenía un tanque grande de agua, donde las señoras ponían la ropa con escamas, se iban, volvían y entonces los lavaban en un lavadero y los iban enjuagando en otros. Y yo lo he hecho eso también de ir a lavar a estos lavaderos.

EP: ¿Y qué iba, toda la gente del barrio?

E: Todo el mundo, claro. Las casas no tenían lavaderos. Si que había lavadero, pero lo tenían tapado. Pero la mayoría no tenían lavadero. Había uno allí y otro mismo en el pasaje Sant Bernardí, que está al lado, es el pasaje que va de Hospital a Sant Rafael.

EP: A Sant Rafael, donde está el restaurante Leopoldo a mano derecha. Ese tan famoso... y delante la calle de En' Roig... y un poquito más abajo es Riera baja y la Riera Alta

E: La calle En' Roig creo que ya no existe... o creo que la cerraron... Era delante del pasaje... y ¿la Riera Baja no existe? y ¿la Riera Alta no existe?

EP: Si, si. Delante de Egipciaques.

E: Delante mismo del pasaje Sant Bernardí, paralela a Egipciaques... por eso me extraña que la hayan quitado, esa calle, a no ser que le hayan cambiado el nombre. Más adelante sí que es donde hicieron el Raval, es la plaza del Padró y todo eso, la calle la Cera.

EP: Y los lavaderos estos, es para pensar un poco lo que hay ahora; porque no termino de ubicar la librería...

E: Mira, la calle Egipciaques y la calle de En' Roig quedan delante, y el pasaje Sant Bernardí, yo estaba en el número 70, la puerta misma delante, enfrente, que estaba la pastelería del Sol. Estaba una pastelería que venían gentes de muchos sitios porque era una pastelería muy buena. Por la mano izquierda, entrando por Ramblas, no hay muchas travesías desde la calle Cadena... Ah, no, perdona no es la calle Cadena, la calle Cadena es más adelante, era donde yo iba al colegio. Primero es Mendizabal, la calle Robadors y luego no hay ninguna travesía hasta el pasaje Sant Bernardí, vale pues allí están los lavaderos, delante de mi casa misma.

EP: ¿Y que había más delante de tu casa? ¿Los lavaderos? ¿La pastelería?

E: Había un poquito más hacia la izquierda, y justo delante de la calle Egipciaques, trajes Casa Ramona, que todavía el otro día oí anuncios de esos que te ponen en la radio, de esos antiguos. Que era donde esperábamos para la palma. Cuando cerraban nos daban el palmón, a mi hermano y a mí, era de trajes de niños, eran trajes porque había muchas tiendas para hombres y para mujeres. Porque cuando llegaba el domingo de ramos ponían en los escaparates los trajecitos con el palmón, y claro, por la noche cuando cerraban la víspera del domingo de ramos, como ya no iban a hace nada con esos palmones, nosotros esperábamos allí en la puerta para que nos los regalaran. Y yo tengo fotos con el palmón de los maniquís.

EP: ¿Qué edad tenías, te recuerdas?

E: Pues yo tenía unos 7 años o así.

EP: Y la casa Ramona ¿estaba enfrente de tu casa?

E: Enfrente, es que en mi lado en realidad no había muchas tiendas, una farmacia al lado mío, una perfumería. Era todo delante, en la acera donde había más comercios, porque venía todo lo que era el hospital de San pablo que allí estaba el cuartelillo de los americanos, que cuando venían los barcos de los marines, allí tenían un cuartelillo donde los metían.

EP: ¿En donde es el hospital?

E: Es que se ve que no es ningún hospital, se ve que es un antiguo hospital. Entonces se ve que tenían un cuartelillo; pero de la policía militar americana. Y entonces allí metían a los que encontraba borrachos o así.

EP: Ah, que era aquello que me explicaste, la entrada de Hospital que hay como unas rejas...

E: Sí! que esta el arco, o sea pasas así y a mano derecha estaba el cuartelillo, y que había un puerta a la salida. Entonces, a la parte de dentro, había los jardines y en la calle Egipciaques había la biblioteca, está la escuela Massana, la de dibujo, y una biblioteca pequeña donde yo iba a leer. Luego ya hicieron la biblioteca nacional; pero eso ha sido ya más adelante.

EP: ¿Y los militares donde estaban?

E: Entraban por la calle Hospital, una puertecita, y entonces se ve que los tenían allí por toda la noche. Lo llamaban “el cuartelillo de los militares”, pero eso duro poco. Cuando llegaban los americanos estaban todas las ramblas así.

EP: ¿Pero metían a los que iban borrachos?

E: Claro, a los que habían hecho algo, los metían allí toda la noche. Yo igual era muy cría, pero veías allí a los de la policía militar de ellos, como los traían allí. Entonces, allí tiendas no hay, porque desde el mercado de la Boqueria, desde la plaza Sant Agustí hasta allí todo eso es el Hospital de San Pablo. ¿No te acuerdas? Está la iglesia Sant Agustí, pues en frente hay una calle que entras al mercado de la Boqueria, y desde allí prácticamente casi empieza el edificio hasta la calle Egipciaques, entonces allí ya no hay nada de tiendas, ni nada, todas estaban en la parte de delante.

EP: Entonces tu viviste allí hasta...

E: Hasta los veinte años que me case, me case en la Iglesia Sant Agustí.

EP: Y cuando te casaste te fuiste, o sea antes tenías que vivir con tus padres.

E: No, no, nosotros nos fuimos.

EP: No, pero quería decir que antes vivías con tus padres hasta que te casaras ¿no?

E: ¿Yo? ¿En mi edad?... Si, si claro. Pero con 20 años no eras mayor de edad. Hasta los 21 en mi época, o sea ahora es a los 18 años la mayoría de edad; pero la mía no era hasta los 21. Yo necesitaba una autorización de mi madre para casarme... Pero a que te refieres ¿a independizarte en aquella época?

EP: Si claro, si no te casabas... una mujer en aquella época...

E: No, lo normal era que no te podías mover de casa. Y yo porque me case con 20, pero mi otra hermana se caso con treinta y pico y siempre en casa.

EP: ¿Y la relación, un poco cuando eras más pequeña, con todo lo que era Robadors?

E: La calle Robadors todo eran prostitutas, recuerdo en semana santa, había procesiones a las 6 de la mañana y el cura nos hacía pasar por ahí: “perdona tu pueblo señor...” Por toda la calle robadors, y las prostitutas, todas con sus medallas llorando, siempre el paseíllo se hacía por todo eso, que iba a la calle Sant Pablo, la calle Robadors. Entonces salíais de procesión desde la Iglesia Sant Agustí, por Hospital, nos metíamos en la calle Robadors, por Sant Pablo y dábamos la vuelta. Es que, en realidad, la calle Robadors era la que más... a veces íbamos por la calle Unión y salíamos por Ramblas y todo eso.

EP: Pero ¿había algún tipo de problemas con la prostitución en la época? ¿Se convivía tranquilamente?

E: Yo no he visto, nunca he visto ningún problema, la verdad es que no. Ellas estaban de Hospital para abajo, en la calle Hospital no había prostitución, tal y como había en la calle Robadors, que estaban en la calle, o en la calle Sant Rafael. Porque yo tenía una amiga y a veces les tirábamos cosas a las señoras, papelitos y cositas así, porque estaban en la esquina. En la Calle Sant Rafael, salías del pasaje Sant Bernardí y había una carbonería a un lado y otra al otro. Yo iba a comprar el carbón, pasabas por delante de las prostitutas y no pasaba nada. A veces decían cosas; pero yo no me fijaba.

EP: Y ¿dónde ibas a la escuela?

E: Primero iba a la calle Cadena, a un colegio que había un granero y olía muy bien el colegio, porque tostaban todo el grano, el café, las almendras... Pero ese colegio tenía solo dos clases, niños y niñas separados siempre, en mi época éramos separados. Una clase de los pequeños y otra de los mayores. Con seis años fui al Milà i Fontanals, que era calle del Carmen con plaza de los Angeles, allí también estábamos separados, pero para mí en aquella época era precioso, con comedor, con 7, 8 clases... Yo estuve allí hasta los 14 años, que entonces es cuando ya se podía trabajar. Yo tengo el título que se podía trabajar y casi todo lo que yo recuerdo es en el Milà i Fontanals, donde estuve muy bien, también separados los niños de las niñas.

EP: ¿Y qué más de las Ramblas, que hacíais?

E: De las Ramblas yo recuerdo que a mí me gustaba mucho porque los puestos de las Ramblas eran como de hierro forjado todo, como las mesas de los bares esos antiguos, las patas así entonces unos mármoles grandes muy bonitos con formas así redondas, con dos peras así también de hierro forjado. A mí me gustaban mucho como estaban, pero claro me imagino que cada día tenían que colocar las flores y cada día llevárselas, porque no es como ahora que las pueden dejar. Y lo que recuerdo es de irme yo corriendo para ver las procesiones, las procesiones para la Mercè, para el Corpus, porque entonces todo eran procesiones y de cría yo me subía allí, si la procesión era a las 6 de tarde, a las 2 ya estaba yo allí sentada. Las Ramblas eran muy bonitas, para mi gusto, claro. Era muy bonita como era antes, o sea me gustan las flores, pero lo que son las paradas no es lo mismo. Y yo siempre estaba allí o en la plaza Catalunya, en el puerto por allí.

EP: Y otra vez volviendo un poco a la calle Hospital, ¿cómo vivíais? ¿Cómo os organizaban en vuestra casa?

E: Éramos 8: 6, mi tía y mi primo, ¿organizarnos? Mi madre era la que cocinaba, trabajaba.

Yo recuerdo estar trabajando siempre, desde muy cría yo iba al colegio, pero si tenía que lavarle a una vecina o cuidar a un niño lo hacía. Entonces tenías que estar siempre sacando como fuera. Bueno, entonces hasta el pan era de estraperlo. Que a mi hermana, la madre de Montse, una vez un señor le quitó la bolsa de pan y tenía que ir a buscarlo no sé donde, lejísimos.

Luego yo tenía a muchas amigas que, lo típico en aquella época, lo que yo creo que es ahora con los inmigrantes… es vivir 7 o 8 familias, porque nosotros éramos 8 porque éramos 6 familiares de una misma, mis padres y mis 4 hermanos y mi tía y mi primo, lo que pasa es que al final acabamos en una habitación los 6. Pero yo he visto en casa de amigas mías, ser 6 o 7 familias distintas que no se conocían entre sí y todas en una habitación, porque los pisos esos solían ser muy grandes. Destartalados y mal organizados, pero muy grandes y con muchas habitaciones, y cada uno se cerraba la habitación con su candado. Y yo tenía una amiga que eran 3 hermanas y los padres; pero ellos cocinaban y todo con un infiernillo de esos, cocinar hasta en las mismas habitaciones. Porque era la época que vivían muchas familias juntas, que es lo que supongo está pasando ahora que decimos: “uuuui!!! La gente como viven” ¿no?... “estos que vienen, los inmigrantes”; pues como se vivía en la época de la posguerra en Barcelona, porque venía muchísima gente, veníamos muchísima gente.

EP: Entonces ¿cómo os organizabais todos para dormir en una misma habitación?

E: ¡¡¡Ai, para dormir!!! ¡si te explicará como hacíamos para dormir, hijo mío! En una cama de matrimonio, yo lo que más recuerdo es mi madre y mi hermana la mayor y mi hermana pequeña y yo, las 4, dos arriba y dos abajo, en la misma cama. Y en otra más pequeña, mi padre y mi hermano. Tu fíjate como dormíamos, si eso era dormir. Cada día hasta que me casé. Bueno, murió mi padre, y me hermano era ya mayor y dormía solo y nosotras cuatro las mujeres, las cuatro juntas, dos arriba y dos abajo, hasta que me casé. Mi hermano se había ido al servicio militar, y tres meses antes se caso mi hermana y después yo, y mi padre había fallecido en el 61. Pero era así como se dormía, y para taparnos nos tapábamos con abrigos, con los abrigos que nos teníamos que poner al día siguiente porque no teníamos ni mantas. Y debajo de la cama, como no teníamos somier, había cajas.

Nosotros dormíamos todos en una habitación porque hubo problemas con este familiar con el que vivíamos. Entonces, todos en la habitación, las 6 personas, era una habitación larga con un pasillo largo, entonces el cuadrado bastante grande. Allí dormíamos pues eso, las 4 mujeres en una cama de matrimonio y los dos hombres en otra cama más pequeña, mi hermano y mi padre. Y en invierno teníamos que taparnos con abrigos, no teníamos mantas, y debajo de la cama yo recuerdo... Claro que vivíamos bastante miserablemente porque no teníamos ni somier. Entonces eran unas cajas que nos daba el tendero de enfrente y encima un colchón de lana que se movía de esos de que tenías que darles palizas para que se movieran, porque era una tela con lana dentro y ya está. Y así nos levantábamos y teníamos una parte, así que teníamos que lavarnos la cara y eso, y el día que podíamos, en la cocina, con un barreño y un cazo, y lavarnos con el cazo y con el barreño. Pero es lo que hacíamos todos, y cuando teníamos más problemas con este familiar teníamos que comer en la habitación y todo, no nos dejaba comer en el comedor. Y todo fue por subirnos del piso de abajo que vivíamos.

EP: También me explicaste la otra vez que hacíais sobres de azúcar.

E: ¡Ah, sí, sí! También nos pasábamos muchas horas haciendo sobres, entonces eran trabajos que te daban en casa, hasta con velas por que había restricciones de luz. Y hacíamos los sobres, los encolábamos y entonces para que quedara la lengüeta... Eran los sobres que nosotros ya entregábamos, y en la azucarera ya los rellenaban, estábamos toda la familia con una vela. Y cuando no, cuando estábamos bien lo hacíamos en el comedor, cuando no, lo hacíamos en ese pasillo de la habitación, los 6 allí haciéndolos.

EP: Pero ¿esto lo hacíais al volver de trabajar?

E: Claro, por la noche. Estábamos hasta que ya no podíamos más. Todo el día trabajando, luego llegabas por la noche y te tenías que poner a hacer sobres y los sábados y domingos. Bueno, los sábados no, porque se trabajaba. Yo es que trabajaba. Yo tuve una época en que tenía cuatro trabajos, con 15 años, por la mañana trabajaba en una oficina, por la tarde en otra, le daba clases... O sea, yo trabaja de 8 a 2 en una oficina, porque yo trabajaba en esa oficina siempre; pero me salió de cajera y como a la que te daban tres duros más, ya tenías que dejar el trabajo e irte aunque fuera a otro sitio... Yo se lo comente a mi jefe y él me dijo: "no, no, no te vayas, yo te diré para que vayas por la tarde a otra oficina con modistas, donde trabaja mi mujer”. Entonces de 9 a 2 trabajaba en un taller de reparación de coches, por la tarde de 3 y media a 7 y media en una oficina con modistas y de 7.30 a 9 clases de repaso, los sábados en una peluquería donde trabajaba mi hermana. O sea, que las dos oficinas, las clases y los sábados por la tarde en la peluquería, y después por la noche a hacer sobres, y los domingos a limpiar la casa o a lavar, porque éramos muchos y cada uno por lo menos tenía que lavarse su ropa. Trabajabas toda la semana prácticamente. Lo único que hacíamos en verano es ir a la playa el domingo por la mañana.